El 27 de diciembre del año que recién termina, tanto el municipio de Sandoná como Yacuanquer, en el departamento de Nariño y ambos en las faldas del volcán Galeras, registraron movimentos independientes de 2.8 y 3.2 puntos respectivamente, solo separados por pocos segundos a las 4:26 de la tarde.
Hoy 2 de enero del 2010, Buenos Aires, en el departamento del Cauca registró un movimento de 3.8 puntos que se sintió fuerte más no generó daños y aunque más cerca de Popayán que de Pasto y el volcán Galeras y coincidencialmente casi a la misma hora de los temblores del 27 de diciembre (4:25 pm), se presenta como la señal previa más reciente de lo que acabamos de presenciar en directo a través de los medios que están dispuestos en Pasto para cubrir el Carnaval de Negros y Blancos, una fuerte erupción del volcán Galeras a las 7:43 de esta noche.
En ESTATEMBLANDO insistimos en dos puntos claves en una época que nos invita a familiarizarnos, conocer y difundir la actividad sísmica de la vulnerable Colombia:
1. La interconexión entre sismos en diversos y alejados lugares de la geografía (desde Colombia hasta Venezuela) se hace cada vez evidente.
2. Y la más importante, en materia de prevención es urgente regresar al principio natural de ESCUCHAR LAS SEÑALES DE LA TIERRA.
Desafortunadamente las últimas noticias indica que el Comité de Emergencia, liderado por las autoridades de la Ciudad de Pasto, no consideran los sucesos lo suficientemente dramáticos para cancelar el Carnaval que hoy inicia. Dios quiera que en estos tiempos apocalipticos, no veamos la repetición de la historia de Pompeya, donde la fiesta cegó a los ciudadanos de la capacidad natural de conectarse con la naturaleza que los rodea y de escuchar sus señales, señales previas, que de ser atendidas, les hubieran podido salvar la vida.
¿Por qué los humanos solo esperamos el impacto final para cambiar o para tomar los correctivos que la situación amérita?
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